martes, 4 de septiembre de 2007

Buena atención en el registro Civil !!!!SORPRESA!!!


Hace unos días tuve un inconveniente con mi vieja cédula, pues está tan deteriorada que un cajero de banco por poco y no me cambia el cheque. Entonces me dispuse a realizar la renovación, pero en el nuevo Registro Civil, ubicado en la Martha Roldós.
Al bajarme del automóvil, me sosprendió la majestuosidad de esta obra arquitectónica, pues hecha con estructura metálica y de contrastes coloridos en sus cubiertas, se levanta muy atractiva en esa avenida (Juan Tanca Marengo) de tres carriles, que le permite el espacio para poder ser admirada.
La tecnología poblaba el entorno. Filas enormes pero de circulación rápida, pintaban sonrisas y alivio a los que esperaban su turno.
Un gentil guardia me preguntó sobre el trámite que necesitaba realizar y le respondí que el de reposición de cédula. Entonces, muy caballerosamente me invitó a hacer cola. 15 minutos bastaron para despachar a 50 personas que hacían cola. Luego las hicieron pasar a la siguiente ventanilla donde debían imprimir sus huellas, firmar y tomarse la foto.
Mientras yo hacía la fila, recordaba aquella época en la que ir al Registro Civil era un castigo. Cuando un tipo te decía "a ver mamacita deme 100 sucres y le hago todo el trámite", así que uno pagaba para agilitar el proceso. Luego ingresabas a una oficina, donde una tipa con mala cara te preguntaba los datos personales y a continuación, el mismo tramitador te tomaba la mano para embarrarte los dedos con una cochina brocha llena de tinta azul, sin poder sacártela al instante sino con papel periódico, o, si deseabas más limpieza, un jabón lleno de mil bacterias y manchas de tinta esperaba tus manos para quitarte la cruel mancha.

Qué suerte que eso ya pasó. Hoy me sorprendí al pasar a la ventanilla. Observé que un tipo sin caras, ni malos tratos me indicó que me sentara, luego firmara en una pequeña pantalla que registraba la rúbrica y que pasara dedo por dedo de ambas manos en otra pantalla que capturaba mis huellas.
Después, me dispuse a posar para la foto y click, ya estaba creada mi cédula. Cinco minutos bastaron para ese trámite.
Cuando pasé a la ventanilla de retiro un señor me llamó por mi nombre y me dijo "qué bonita es usted"....jajajaj...qué risa me dio, y qué chévere fue encontrar un buen trato. Fue SORPRENDENTE. Qué incréible fue creer que ya empiezan a existir sitios donde tengas un trato completamente personalizado, donde cuente tu bienestar.

1 comentario:

crio dijo...

jaja, ya me anime a renovar mi vieja cedula, mi fiel compañera de las mil y un batallas!!!